UNA VISIÓN 2020

Un nuevo año inicia, muchas veces con los mejores propósitos por cumplir. ¿Ya tienes los tuyos para el 2020? Quiero recorrer algunas ideas que han sido útiles para mí, pero especialmente quiero iniciar mi reflexión con esta frase de Peter Drucker, que me ayudó a tener una mirada más lejana, más objetiva, y más viable: “Las personas sobreestiman en gran medida lo que pueden hacer en un año, pero subestiman lo que pueden hacer en cinco”.
Antes que nada, quiero contarles que, según algunos estudios revisados, las personas que logran cumplir con sus objetivos para un nuevo año son tan solo entre el 4% y el 8% de la población, lo que de primera mano es muy desalentador.
¿Qué tienen en común las personas que logran sus objetivos?
Básicamente los propósitos de un nuevo año consisten en cambiar hábitos o adquirir unos nuevos; les comparto algunos que muchos tienen: hacer deporte está de primero en la lista, seguido de comer mejor, bajar de peso, dejar de fumar, aprender un nuevo idioma, estudiar o ahorrar, entre otros. No importa cuál sea tu propósito, tu objetivo o el hábito que quieras cambiar o incorporar a tu “nueva vida”, con seguridad puedes lograrlo, esta frase de Drucker resume muy bien lo que me inspiró cuando empecé a cambiar mi vida:
“Si quieres cambiar muchas cosas, o una muy significativa proyéctalas a 5 años, si quieres cambiar pequeñas cosas, las podrás hacer en un año, de todas formas, empieza a hacer una cosa a la vez, notarás cambios tangibles y seguramente tendrás resultados en el primer año, pues cada paso, indefectiblemente te acercará más a tu objetivo”
Esto es lo que he aprendido a lo largo de los años y quiero compartirlo con ustedes; no hagan una lista interminable de cosas, ni siquiera de 12 cosas, mi lista no es de más de 5 e incluye algunas acciones que debo hacer todos los días, como dormir y comer. Aquí mi lista de 5 cosas, que son el resultado de muchos estudios y que cambiarán tu vida:
1. Cuida tu sueño, nunca menos de 6 horas.
2. Desayuna todos los días antes de salir de tu casa.
3. Realiza algún ejercicio tan pronto te levantes, como estirar, al menos 10 minutos.
4. Aprende algo nuevo cada día, lee mínimo 20 minutos.
5. Practica el silencio: medita, respira, agradece.
¿Cómo lograrlo?
Dedícate a una única cosa, una a la vez, no existe la multi tarea, no te comprometas a cambios extremos porque se volverán imposibles de cumplir y la frustración te hará renunciar mucho antes de notar algún resultado.
Planear ir al gimnasio de lunes a viernes o ahorrar el 30% de tus ingresos son actividades muy grandes y serán difíciles o imposibles de cumplir. Con solo comprometerte a salir a caminar 3 veces por semana y ahorra el 5% de tus ingresos fijos bastaría para iniciar viendo resultados. La tarea entonces consiste en ser muy preciso con el objetivo.
¿Tu objetivo o propósito te inspira? Es decir, ¿sabes por qué quieres hacer ejercicio, ahorrar o comer más saludable? Tener el para qué claro garantizará alcanzar tus objetivos y no morir en el intento.
¿Sabías qué el 25% de las personas no logran ni siquiera pasar de la primera semana de enero y que otro 25% no logra sobrevivir a sus propósitos en febrero y tan solo el 10% pasa de los 6 meses?
Diseña una estrategia simple, no te compliques la vida y realiza una práctica constante de algo que puedas hacer todos los días.
En un año no es fácil bajar 40 kilos, pero comiendo bien, en 5 te garantizo que lo lograrás; en 1 año es imposible estudiar una carrera, pero en 5 se puede alcanzar. En un año de pronto no compras una casa, pero en 5 años habrás podido ahorrar la cuota inicial. Algunas cosas no las vas a ver el primer año ni con el primer esfuerzo, pero si tienen un propósito e importan lo suficiente, en 5 años habrás podido cambiar tu vida para que seas un mejor ser humano, uno que aporte a su familia, que sea un buen ciudadano, uno que logre salir adelante con su propio esfuerzo.
Si tu objetivo es correr una maratón, pero nunca has corrido, es posible que sea una meta que no debas realizar antes de tres años para que lo disfrutes, para que estés verdaderamente preparado y para que posiblemente no te rindas o quedes lesionado después de la competencia, hay cosas que puedes hacer este año, como correr una 10K o incluso con dedicación una media maratón; para correr un IronMan demoré tres años entrenando, compitiendo en carreras de menor distancia y en carreras de las tres disciplinas de manera individual, hacerlo bien, hace que todavía hoy quiera seguir adelante, que lo disfrute y que no haya quedado hastiado después de la primera competencia
Recuerda:
1. Una única cosa, no una lista interminable de metas.
2. Cambios posibles, no muy grandes ni poco realistas.
3. Objetivos muy específicos, no te quedes en lo ambiguo o con algo general.
4. Algo que te inspire, con una estrategia simple y una práctica constante (de mi amigo Mario Alonso Puig).
5. Empieza ya, empieza hoy, algunas cosas las lograras ver el primer año, otras tendrán más trabajo, nadie dijo que sería simple.
Por un 2020 lleno de ilusión, con una mirada más clara de lo que verdaderamente nos importa y con todo el amor que necesitamos para no renunciar. Aléjate de las excusas y llénate de razones para vivir pudiendo ver con claridad hasta el 2024.
Andrés Ramírez O.
Creador de Sueños Plurum

Por: Jose Miguel Caro , CHO en Plurum Gestión inhumana, indigestión humana , así confesó abiertamente una persona en un taller en el que me encontraba, que se referían muchas veces las personas de su organización al área de gestión humana-de personas- además de la gracia natural que esto causó en el recinto, escuchar estos dos términos me generó una profunda necesidad de reflexión, en la medida de poder determinar el porqué en una organización prestigiosa, que paga bien, que tiene buenos beneficios para sus empleados, donde la gente en general tiene unas condiciones privilegiadas; podrían algunos, porque sería un error generalizar, dirigirse al área de gestión humana, bajo una calificación de gestión inhumana o indigestión humana. Y no es la primera vez que escucho términos como estos en las organizaciones, donde, cierto porcentaje de personas, evidentemente la minoría, establece posturas alrededor de una altísima detracción frente a la función de talento humano y creo que un poco, desde la autorreflexión, en la mirada hacia adentro, la función de gestión humana tiene algo de responsabilidad en esta situación. Somos nosotros mismos, los que nos dedicamos a la función de talento humano y especialmente mis colegas que en el día a día cuidan y trabajan por la gente, quienes queremos resolver y atender todas las necesidades de las personas, fomentar un paternalismo excesivamente sobreprotector que busca solucionar todos y cada uno de los asuntos de los empleados. Y en ese orden de ideas, acostumbramos a la gente a que cuando necesita o quiere algo se lo damos y eventualmente, cuando llega un momento o una nueva postura, que busca ser un poco más coherente, más armonizada, más responsable, por qué no más balanceada y equitativa; pareciera que las personas entran en un escenario de “pataleta” donde si no me das lo que yo quiero, cuando yo quiero, donde yo quiero, entonces eres una gestión inhumana…Si no me das el curso que yo quiero, si no me das el beneficio que yo quiero, si no me das el permiso que yo quiero, si no atiendes mi necesidad con la respuesta que yo esperaba. Todo esto me invita a pensar en cómo vamos a reubicarnos, es clarísimo que desde nuestra función tenemos la gran vocación de cuidar a la gente, pero cuidar a la gente no es sobreprotegerla. Cuando uno cuida a alguien en el escenario de su trabajo, en el escenario de la familia, cuando cuidamos nuestros hijos, les estamos enseñando a ellos a ser buenos seres humanos, a ser buenas personas para el mundo, personas responsables que cumplen, que entienden, que ponen el bien común sobre el bien particular, que se relacionan de manera adecuada, que no hacen pataleta. Y lo mismo tenemos que hacer al interior de nuestras organizaciones en la medida en que nuestra postura siga siendo transaccional, buscando solucionar desde el qué le doy, cuánto le doy, cómo se lo doy de forma inmediata, vamos a seguir encontrando la misma situación; personas que ponen su satisfacción en el tener y que al no obtener lo que quieren, manifiestan una altísima insatisfacción con el entorno de gestión humana y es esa minoría de personas, porque quiero recalcar que son una minoría, generan un gran malestar organizacional entrando a contaminar a aquellos otros que se sienten a gusto en el entorno de su trabajo y que de una u otra manera, a veces un poco silenciosa, están orgullosos y confiados de trabajar en su organización. A mis colegas de gestión humana les diría que cuidar no es sobreproteger, les digo que nuestro trabajo es generar un entorno adecuado, es generar un terreno fértil donde cada individuo pueda elegir alcanzar su máximo potencial; y a las personas que se refieren de esa manera a la función que en sus organizaciones se dedica a generar o a conectar alternativas y caminos para que podamos tener un entorno de bienestar, de calidad de vida desde lo transaccional, emocional y relacional, les digo que si no les gusta su trabajo, si no les gusta su empresa, si es tan inhumana, eventualmente tienen la posibilidad de renunciar. Obviamente en estas líneas estoy hablando de las organizaciones que lo hacen bien de manera genuina, desde la gestión de talento humano, porque no tendría sentido dedicarle más que media línea de esta reflexión a aquellas organizaciones que lo hacen mal y que abandonan a su gente, a esas organizaciones que espero más temprano que tarde el tren de la sostenibilidad las lleve a reubicarse o extinguirse.

Por: Manuela Acosta , Laura Sastoque y Andrés Gutiérrez , Equipo de consultoría, Aprendizaje e investigación. El hecho de que a veces la sensación de seguridad sea más importante que la seguridad real, nos explica el concepto del “Teatro de la seguridad”; se ha descubierto que es probable que evaluemos una situación como menos peligrosa si creemos tener el control sobre ella. Piensa en esta situación, después de los ataques del 9/11, se incrementó la percepción de que viajar en un avión es mucho más inseguro que otro tipo de vehículos, a pesar de que la probabilidad real diga lo contrario:

Por: Steffany Sáenz Malagón , Diseñadora en Plurum El trabajo en equipo no solo está ligado a tener un buen líder y unos compañeros de trabajo perfectos, va más allá de eso, se trata de tener la capacidad profesional y madurez emocional de lidiar con diferentes tipos de personalidades, reconociendo las habilidades de cada uno para lograr grandes cosas de manera conjunta. No todas las personas que conocemos en el transcurso de nuestras vidas son 100 % afines a nosotros, si fuese así, la convivencia y las relaciones humanas serían mucho más sencillas de manejar, pero como no es la realidad, tenemos que ser capaces de adaptarnos a las diferentes circunstancias y personas para alcanzar los resultados propuestos. Hay días en que los compañeros de trabajo llegan con la mejor energía, proactivos y positivos a cualquier reto, hay otros días que la energía está baja y nadie tiene la disposición de hacer las cosas, pero es aquí, en los momentos “malos” donde debemos trabajar en equipo, comprender al otro y lograr los objetivos, no importa si es lunes o si el día está gris o nos llegó un jalón de orejas, tenemos que unirnos como equipo y aprovechar los diferentes talentos para superar los obstáculos que se presenten y lograr llegar a la meta. Trabajar en equipo es fundamental hoy en día, por ahí dicen que “dos cabezas piensan mejor que una” y no está del todo errado, muchas veces cuando trabajamos en equipo podemos llegar más lejos que si lo hiciéramos de manera individual, las ideas del otro y los conocimientos de las diferentes personas que se encuentran en el equipo nos sirven para ver las cosas desde otras perspectivas y encontrar soluciones que muchas veces de forma individual no vemos, además, un buen equipo de trabajo siempre estará unido, porque es en medio de las dificultades que se crean lazos de compañerismo, lealtad, confianza y camaradería, cuando se tiene algún tipo de “aprecio” por estas personas que conforman tu equipo de trabajo, jamás las dejaras caer y tendrás la tranquilidad de sentirte respaldado. Cuando trabajamos en equipo y comprendemos su importancia, no nos interesa llevarnos el reconocimiento personal, lo que importa es que el equipo entregue los mejores resultados y ellos hablen por sí solos, internamente se darán los reconocimientos individuales pertinentes y con esto se construyen las mejores relaciones interpersonales entre lideres y compañeros. Hoy hagamos una reflexión y preguntémonos qué tan buen compañero de trabajo o qué tan buen líder de mi equipo soy, pensemos por un instante si soy el integrante que mi equipo necesita o qué debo mejorar para que mi equipo sea cada vez mejor, de esta manera creceremos como profesionales y como personas, no olvidemos lo que dijo Alejandro Dumas en una de sus obras “Uno para todos y todos para uno”. Material complementario: https://www.youtube.com/watch?v=xIonKgCvhoc Créditos de la imagen: IEIE

Por: Ángela Hernández , Gerente de Consultoría en Plurum Los libros, verdaderos tesoros que han logrado trascender más allá de la misma historia que recogen cada una de sus páginas, y que han permitido contar momentos, algunos de ellos reales, tal vez otros míticos o bibliográficos, etc, pero en todo caso infinitos; porque al final cada libro es la materialización de la realidad de quien se arriesga a ser visible a través de las palabras y también la realidad de quien decide sumergirse en los párrafos y recrear su propia versión. Los libros tienen y cuentan su propia historia, así como lo describe Irene Vallejo en su maravillosa obra “ El infinito en un junco”; relato que describe la evolución de los libros desde sus inicios, y cómo estos logran subsistir más allá de las más feroces batallas, en las que el tesoro más preciado no era el oro o la plata, eran los libros…porque allí estaba lo que generaba el verdadero poder, el conocimiento; este dado por la posibilidad de saber, entender y retratar una realidad vista desde los ojos de quien la vivía y cómo la convertía en algo cierto a través de las palabras que quedaban retratadas en un libro, dibujo, o texto para la posteridad. Y es que un libro, es como la misma mente, absolutamente infinita; y existen tantos, como pensamientos, y tenemos total libertad sobre ellos que podemos decidir qué leer, cuándo, cómo, con quién, para qué…ahora; ¿Qué tanto disfrutamos de esa posibilidad y la hacemos una oportunidad para nutrir nuestra mente, así como lo hacemos con nuestro cuerpo? Los libros, amplían nuestra capacidad intelectual y cognitiva, porque permiten extender nuestro nivel de conocimiento, generando cuestionamientos, diferentes puntos de vista y conceptualizaciones, que aportan en nuestro propio desarrollo, el cual impacta de manera directa al contexto en el que nos encontremos. (laboral, académico, social, familiar), Hoy, a pesar que aún falta un gran camino por recorrer, hemos evidenciado en Colombia un leve incremento en los hábitos de lectura, no importa el medio (físico, digital, verbal), lo que sí interesa es qué hay que seguir avivando la pasión que genera un buen libro, desde lo intelectual, formativo o simplemente como parte de las buenas rutinas de la vida. Según la encuesta nacional de lectura del Dane de 2017, el índice de lectura arrojaba, que cada colombiano leía 2,73 libros al año cifra que ubica a Colombia en un puesto inferior a países latinoamericanos como México, con una lectura promedio anual de 2,9 libros; Perú, con 3; Brasil, con 4; Argentina, con 4,5, y Chile, con 5,4. Consultar https://www.elespectador.com/bogota/que-esta-haciendo-el-distrito-para-fomentar-el-habito-de-la-lectura-en-bogota/ . Por tanto, motivar desde los primeros años el hábito de la lectura puede fomentar mejores estilos de vida, que contribuyan a la salud mental y emocional de las personas y la sociedad en general. En ese sentido, en los ambientes de trabajo, debemos seguir fortaleciendo la gestión del conocimiento, a través de herramientas como la lectura y la investigación, premisas claves del desarrollo; promoviendo en los equipos y las personas hábitos a través de estrategias como los foros, los clubes de lectura, charlas y debates, los cuales pueden ser prácticas que apalanquen y movilicen el talento hacia la consecución de logros que superen las expectativas, llevando a las organizaciones a ser cada vez más competitivas, sostenibles y gestoras del cambio y la transformación. Para finalizar un pequeño test de cierre: ¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Qué recuerdas de esta lectura? ¿Qué libro recomendarías a un amigo? Gracias por ser parte del universo que hay detrás de cada libro. *Créditos de la imagen: República.com