La gente exitosa se destaca por su serenidad

La capacidad de gestionar sus emociones y mantener la calma bajo presión tiene un enlace directo con su rendimiento. TalentSmart ha llevado a cabo la investigación con más de un millón de personas, y encontró que el 90% de los de mejor desempeño son expertos en el manejo de sus emociones en momentos de tensión con el fin de mantener la calma y el control.

 

“El estrés puede causar estragos en la salud física y mental según estudio de Yale, y provoca la degeneración en el área del cerebro responsable de uno mismo –control”. Lo complicado del estrés (y la ansiedad que viene con él) es que es una emoción absolutamente necesaria. Nuestros cerebros están diseñados de tal manera que es difícil tomar medidas hasta que sintamos al menos algún nivel de este estado emocional.

 

Una investigación de la Universidad de California revela un lado positivo a la experiencia de niveles moderados de estrés. Pero también refuerza lo importante que es mantenerlo bajo control. El estudio, dirigido por el becario posdoctoral Elizabeth Kirby, encontró que el inicio del estrés atrae el cerebro en crecimiento de nuevas células responsables de la mejora de la memoria. Sin embargo, este efecto sólo se ve cuando el estrés es intermitente, es decir, discontinuo. Tan pronto como el estrés se prolonga más allá de algunos momentos en un estado prolongado suprime la capacidad del cerebro para desarrollar nuevas células.

 

«Creo que los acontecimientos estresantes intermitentes son probablemente los que mantienen el cerebro más alerta, y se desempeñan mejor cuando estás alerta», dice Kirby. A medida que el cerebro humano ha evolucionado y aumentado en complejidad, hemos desarrollado la capacidad de preocuparnos y perseverar en eventos, lo que crea experiencias frecuentes de estrés prolongado.

 

Además de aumentar el riesgo de enfermedades del corazón, la depresión, la obesidad y el estrés disminuye el rendimiento cognitivo. Afortunadamente, la mayor parte del estrés que siente es subjetivo y está bajo su control.

 

Aunque me he encontrado a través de numerosas estrategias efectivas que las personas exitosas emplean cuando se enfrentan con el estrés, lo que sigue son diez de los mejores. Algunas de estas estrategias puede parecer obvio, pero el verdaderos retos que consisten en reconocer cuando se necesita usarlos y tener los medios para hacerlos realidad, a pesar del estrés.

 

Aprecian lo que tienen

Tómese el tiempo necesario para contemplar aquello por lo que está agradecido, mejore su estado de ánimo, ya que reduce la hormona del estrés cortisol en un 23%. En la investigación realizada en la Universidad de California, se encontró que las personas que trabajaban a diario para cultivar una actitud de gratitud experimentaron un mejor estado de ánimo, la energía y el bienestar físico. Es probable que los niveles más bajos de cortisol jugaron un papel importante en esto.

 

Evitan Preguntar «¿Qué pasa si?»

«¿Qué pasa si?» Declaraciones echan leña al fuego de la tensión y la preocupación. Las cosas pueden ir en un millón de direcciones diferentes y cuanto más tiempo pasa preocupándose acerca de las posibilidades, menor será el tiempo que pasará centrándose en la adopción de medidas que lo calmen y mantengan su estrés bajo control.

 

 

Mantienen una actitud positiva

Los pensamientos positivos ayudan a hacer intermitente el estrés, centrando la atención de su cerebro en algo que es completamente libre de estrés. Es necesario permitirle al cerebro deambular y por qué no, de forma consciente ayudarle a pensar en algo positivo. Cuando las cosas van bien, y su estado de ánimo es bueno, es relativamente fácil concentrarse. Cuando las cosas van mal y su mente se inunda con pensamientos negativos, esto puede ser un desafío. En estos momentos, piense en su día e identifique una cosa positiva que le haya sucedido. Si no puede pensar en algo desde el día actual, reflexione sobre el día anterior o incluso la semana anterior o en última instancia mire hacia delante, puede ser hacia un emocionante evento que usted pueda enfocar su atención. El punto aquí es que pueda tener algo positivo que esté listo para cambiar su atención cuando sus pensamientos se vuelven negativos.

 

Ellos se desconectan

Dada la importancia de mantener el estrés intermitente, es fácil ver cómo tomarse el tiempo regular de fuera de la red puede ayudar a mantener su estrés bajo control. Cuando usted está disponible para su trabajo 24/7, se expone a un constante bombardeo de los factores de estrés. Forzarse offline es muy importante –rechazar una llamada le da a su cuerpo un descanso de una fuente constante de estrés. Los estudios han demostrado que algo tan simple como una ruptura de correo electrónico puede reducir los niveles de estrés.

 

La tecnología permite la comunicación constante y la expectativa de que usted debe estar disponible 24/7. Si separarse de la comunicación relacionada con el trabajo en las noches de entre semana es un reto demasiado grande, entonces ¿qué tal el fin de semana? Elija bloques de tiempo en que se corta el cordón umbilical y se desconecta. Usted se sorprenderá de cómo se reduce el estrés cuando se pone una recarga mental en su horario semanal. Si está preocupado por las repercusiones negativas de dar este paso, primero trate de hacerlo en los momentos en que es poco probable ser contactado, tal vez la mañana del domingo y poco a poco empieza a ampliar gradualmente la cantidad de tiempo que pasa lejos de la tecnología.


Continúa en nuestra próxima publicación.


Un hombre pequeño está de pie junto a una gran sombra de sí mismo. | Plurum
Por Daniela 3 de abril de 2025
Por: Jose Miguel Caro , CHO en Plurum Gestión inhumana, indigestión humana , así confesó abiertamente una persona en un taller en el que me encontraba, que se referían muchas veces las personas de su organización al área de gestión humana-de personas- además de la gracia natural que esto causó en el recinto, escuchar estos dos términos me generó una profunda necesidad de reflexión, en la medida de poder determinar el porqué en una organización prestigiosa, que paga bien, que tiene buenos beneficios para sus empleados, donde la gente en general tiene unas condiciones privilegiadas; podrían algunos, porque sería un error generalizar, dirigirse al área de gestión humana, bajo una calificación de gestión inhumana o indigestión humana. Y no es la primera vez que escucho términos como estos en las organizaciones, donde, cierto porcentaje de personas, evidentemente la minoría, establece posturas alrededor de una altísima detracción frente a la función de talento humano y creo que un poco, desde la autorreflexión, en la mirada hacia adentro, la función de gestión humana tiene algo de responsabilidad en esta situación. Somos nosotros mismos, los que nos dedicamos a la función de talento humano y especialmente mis colegas que en el día a día cuidan y trabajan por la gente, quienes queremos resolver y atender todas las necesidades de las personas, fomentar un paternalismo excesivamente sobreprotector que busca solucionar todos y cada uno de los asuntos de los empleados. Y en ese orden de ideas, acostumbramos a la gente a que cuando necesita o quiere algo se lo damos y eventualmente, cuando llega un momento o una nueva postura, que busca ser un poco más coherente, más armonizada, más responsable, por qué no más balanceada y equitativa; pareciera que las personas entran en un escenario de “pataleta” donde si no me das lo que yo quiero, cuando yo quiero, donde yo quiero, entonces eres una gestión inhumana…Si no me das el curso que yo quiero, si no me das el beneficio que yo quiero, si no me das el permiso que yo quiero, si no atiendes mi necesidad con la respuesta que yo esperaba. Todo esto me invita a pensar en cómo vamos a reubicarnos, es clarísimo que desde nuestra función tenemos la gran vocación de cuidar a la gente, pero cuidar a la gente no es sobreprotegerla. Cuando uno cuida a alguien en el escenario de su trabajo, en el escenario de la familia, cuando cuidamos nuestros hijos, les estamos enseñando a ellos a ser buenos seres humanos, a ser buenas personas para el mundo, personas responsables que cumplen, que entienden, que ponen el bien común sobre el bien particular, que se relacionan de manera adecuada, que no hacen pataleta. Y lo mismo tenemos que hacer al interior de nuestras organizaciones en la medida en que nuestra postura siga siendo transaccional, buscando solucionar desde el qué le doy, cuánto le doy, cómo se lo doy de forma inmediata, vamos a seguir encontrando la misma situación; personas que ponen su satisfacción en el tener y que al no obtener lo que quieren, manifiestan una altísima insatisfacción con el entorno de gestión humana y es esa minoría de personas, porque quiero recalcar que son una minoría, generan un gran malestar organizacional entrando a contaminar a aquellos otros que se sienten a gusto en el entorno de su trabajo y que de una u otra manera, a veces un poco silenciosa, están orgullosos y confiados de trabajar en su organización. A mis colegas de gestión humana les diría que cuidar no es sobreproteger, les digo que nuestro trabajo es generar un entorno adecuado, es generar un terreno fértil donde cada individuo pueda elegir alcanzar su máximo potencial; y a las personas que se refieren de esa manera a la función que en sus organizaciones se dedica a generar o a conectar alternativas y caminos para que podamos tener un entorno de bienestar, de calidad de vida desde lo transaccional, emocional y relacional, les digo que si no les gusta su trabajo, si no les gusta su empresa, si es tan inhumana, eventualmente tienen la posibilidad de renunciar. Obviamente en estas líneas estoy hablando de las organizaciones que lo hacen bien de manera genuina, desde la gestión de talento humano, porque no tendría sentido dedicarle más que media línea de esta reflexión a aquellas organizaciones que lo hacen mal y que abandonan a su gente, a esas organizaciones que espero más temprano que tarde el tren de la sostenibilidad las lleve a reubicarse o extinguirse.
Un hombre yace en el suelo con notas adhesivas en la cara.
Por Daniela 3 de abril de 2025
Por: Manuela Acosta , Laura Sastoque y Andrés Gutiérrez , Equipo de consultoría, Aprendizaje e investigación. El hecho de que a veces la sensación de seguridad sea más importante que la seguridad real, nos explica el concepto del “Teatro de la seguridad”; se ha descubierto que es probable que evaluemos una situación como menos peligrosa si creemos tener el control sobre ella. Piensa en esta situación, después de los ataques del 9/11, se incrementó la percepción de que viajar en un avión es mucho más inseguro que otro tipo de vehículos, a pesar de que la probabilidad real diga lo contrario:
Un grupo de personas junta sus manos formando un círculo.
Por Daniela 3 de abril de 2025
Por: Steffany Sáenz Malagón , Diseñadora en Plurum El trabajo en equipo no solo está ligado a tener un buen líder y unos compañeros de trabajo perfectos, va más allá de eso, se trata de tener la capacidad profesional y madurez emocional de lidiar con diferentes tipos de personalidades, reconociendo las habilidades de cada uno para lograr grandes cosas de manera conjunta. No todas las personas que conocemos en el transcurso de nuestras vidas son 100 % afines a nosotros, si fuese así, la convivencia y las relaciones humanas serían mucho más sencillas de manejar, pero como no es la realidad, tenemos que ser capaces de adaptarnos a las diferentes circunstancias y personas para alcanzar los resultados propuestos. Hay días en que los compañeros de trabajo llegan con la mejor energía, proactivos y positivos a cualquier reto, hay otros días que la energía está baja y nadie tiene la disposición de hacer las cosas, pero es aquí, en los momentos “malos” donde debemos trabajar en equipo, comprender al otro y lograr los objetivos, no importa si es lunes o si el día está gris o nos llegó un jalón de orejas, tenemos que unirnos como equipo y aprovechar los diferentes talentos para superar los obstáculos que se presenten y lograr llegar a la meta. Trabajar en equipo es fundamental hoy en día, por ahí dicen que “dos cabezas piensan mejor que una” y no está del todo errado, muchas veces cuando trabajamos en equipo podemos llegar más lejos que si lo hiciéramos de manera individual, las ideas del otro y los conocimientos de las diferentes personas que se encuentran en el equipo nos sirven para ver las cosas desde otras perspectivas y encontrar soluciones que muchas veces de forma individual no vemos, además, un buen equipo de trabajo siempre estará unido, porque es en medio de las dificultades que se crean lazos de compañerismo, lealtad, confianza y camaradería, cuando se tiene algún tipo de “aprecio” por estas personas que conforman tu equipo de trabajo, jamás las dejaras caer y tendrás la tranquilidad de sentirte respaldado. Cuando trabajamos en equipo y comprendemos su importancia, no nos interesa llevarnos el reconocimiento personal, lo que importa es que el equipo entregue los mejores resultados y ellos hablen por sí solos, internamente se darán los reconocimientos individuales pertinentes y con esto se construyen las mejores relaciones interpersonales entre lideres y compañeros. Hoy hagamos una reflexión y preguntémonos qué tan buen compañero de trabajo o qué tan buen líder de mi equipo soy, pensemos por un instante si soy el integrante que mi equipo necesita o qué debo mejorar para que mi equipo sea cada vez mejor, de esta manera creceremos como profesionales y como personas, no olvidemos lo que dijo Alejandro Dumas en una de sus obras “Uno para todos y todos para uno”. Material complementario: https://www.youtube.com/watch?v=xIonKgCvhoc Créditos de la imagen: IEIE
Un primer plano de una persona leyendo un libro.
Por Daniela 3 de abril de 2025
Por: Ángela Hernández , Gerente de Consultoría en Plurum Los libros, verdaderos tesoros que han logrado trascender más allá de la misma historia que recogen cada una de sus páginas, y que han permitido contar momentos, algunos de ellos reales, tal vez otros míticos o bibliográficos, etc, pero en todo caso infinitos; porque al final cada libro es la materialización de la realidad de quien se arriesga a ser visible a través de las palabras y también la realidad de quien decide sumergirse en los párrafos y recrear su propia versión. Los libros tienen y cuentan su propia historia, así como lo describe Irene Vallejo en su maravillosa obra “ El infinito en un junco”; relato que describe la evolución de los libros desde sus inicios, y cómo estos logran subsistir más allá de las más feroces batallas, en las que el tesoro más preciado no era el oro o la plata, eran los libros…porque allí estaba lo que generaba el verdadero poder, el conocimiento; este dado por la posibilidad de saber, entender y retratar una realidad vista desde los ojos de quien la vivía y cómo la convertía en algo cierto a través de las palabras que quedaban retratadas en un libro, dibujo, o texto para la posteridad. Y es que un libro, es como la misma mente, absolutamente infinita; y existen tantos, como pensamientos, y tenemos total libertad sobre ellos que podemos decidir qué leer, cuándo, cómo, con quién, para qué…ahora; ¿Qué tanto disfrutamos de esa posibilidad y la hacemos una oportunidad para nutrir nuestra mente, así como lo hacemos con nuestro cuerpo? Los libros, amplían nuestra capacidad intelectual y cognitiva, porque permiten extender nuestro nivel de conocimiento, generando cuestionamientos, diferentes puntos de vista y conceptualizaciones, que aportan en nuestro propio desarrollo, el cual impacta de manera directa al contexto en el que nos encontremos. (laboral, académico, social, familiar), Hoy, a pesar que aún falta un gran camino por recorrer, hemos evidenciado en Colombia un leve incremento en los hábitos de lectura, no importa el medio (físico, digital, verbal), lo que sí interesa es qué hay que seguir avivando la pasión que genera un buen libro, desde lo intelectual, formativo o simplemente como parte de las buenas rutinas de la vida. Según la encuesta nacional de lectura del Dane de 2017, el índice de lectura arrojaba, que cada colombiano leía 2,73 libros al año cifra que ubica a Colombia en un puesto inferior a países latinoamericanos como México, con una lectura promedio anual de 2,9 libros; Perú, con 3; Brasil, con 4; Argentina, con 4,5, y Chile, con 5,4.  Consultar https://www.elespectador.com/bogota/que-esta-haciendo-el-distrito-para-fomentar-el-habito-de-la-lectura-en-bogota/ . Por tanto, motivar desde los primeros años el hábito de la lectura puede fomentar mejores estilos de vida, que contribuyan a la salud mental y emocional de las personas y la sociedad en general. En ese sentido, en los ambientes de trabajo, debemos seguir fortaleciendo la gestión del conocimiento, a través de herramientas como la lectura y la investigación, premisas claves del desarrollo; promoviendo en los equipos y las personas hábitos a través de estrategias como los foros, los clubes de lectura, charlas y debates, los cuales pueden ser prácticas que apalanquen y movilicen el talento hacia la consecución de logros que superen las expectativas, llevando a las organizaciones a ser cada vez más competitivas, sostenibles y gestoras del cambio y la transformación. Para finalizar un pequeño test de cierre: ¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Qué recuerdas de esta lectura? ¿Qué libro recomendarías a un amigo? Gracias por ser parte del universo que hay detrás de cada libro. *Créditos de la imagen: República.com
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