
Fue Bután, país asiático, en 2012 el primero en marcar tendencia en lo que a la felicidad respecta mediante la creación de un Ministerio de la Felicidad. En aras de aplicar lo que su religión, el budismo, predica decidió poner en marcha esta iniciativa innovadora de “buscar que cada uno de sus ciudadanos sea feliz”.
Hay algo aún más curioso. En Bután no existe la noción de producto interno bruto ya que fue sustituida por este indicador: la felicidad nacional bruta. Es decir, este estado de bienestar es el punto fundamental de la política nacional, razón por la cual se estableció un Ministerio dedicado a él. Más allá de un título y un cargo que busca velar por la felicidad de los ciudadanos, la calidad de vida del ciudadano butanés denota los satisfactorios resultados que da el hecho de darle prioridad estatal a este ámbito. Bután es un país sin hambruna ni delincuencia. Sus habitantes son personas abiertas, hospitalarias y protegen su única y original cultura de la influencia del mundo exterior.
Está prohibido matar y cazar a los animales, por lo tanto la mayoría de ellos son vegetarianos. Tampoco se permite importar abonos químicos, y todo lo que crece en estas tierras es ecológico. En conclusión es un país autosuficiente y satisfecho.
A nivel Latinoamérica, aunque sea ineficiente y paradójico, pues la crisis que afronta refleja lo contrario, Venezuela en 2013 implementó también el Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo que en vez de ser aplaudido y aceptado no ha sido más que un motivo de burla entre su población. No está de más abonar la intención aunque se espera que algún día dicho ministerio tenga una influencia similar a la de Bután.
Hacia el mismo año Ecuador también tomó la delantera al crear una secretaría con rango de ministerio para la búsqueda de la felicidad optando por valerse de los medios de comunicación para promover la felicidad y contagiarla entre su población.
La novedad en este artículo radica en lo siguiente: un nuevo país se une a esta ola de la felicidad como un asunto de estado; se trata del régimen dictatorial de Emiratos Árabes Unidos que sorprendió esta semana con la gran noticia de una remodelación en su Gobierno que incluye la creación de varios ministerios nuevos, entre ellos el de la Felicidad añadiendo como argumento, en palabras textuales:
«Buscamos un Gobierno que ponga al hombre, la familia, la educación, el conocimiento y las ambiciones en el centro de su agenda para ello, uno de los cambios es la introducción de un nuevo Ministerio de la Felicidad, que tendrá como cometido «canalizar políticas y planes para lograr una sociedad más civil».
Por lo visto hasta los gobiernos extremistas empiezan a convencerse de que la felicidad no es un asunto por el cual se debe esforzar cada individuo sino que compete a toda una sociedad alcanzarla en conjunto, pues devendrá progreso y estabilidad. La invitación es a tomar como ejemplo este tipo de políticas, no hay costumbres ni creencias llevadas a tal extremo como de impedir que sus ciudadanos sean felices.
Algunos datos extraídos de:
http://genial.guru/admiracion-lugares/existe-un-pais-en-el-mundo-que-tiene-ministerio-de-felicidad-130505/



